Nos enseña cómo atender las necesidades de los niños en cada etapa de su crecimiento. Por ejemplo, nos orienta sobre la alimentación adecuada, cómo prevenir enfermedades, la importancia de las vacunas, la higiene, el juego, el descanso y también cómo fomentar su autoestima, su independencia y su capacidad de relacionarse con los demás.
Gracias a la puericultura, podemos comprender mejor a los niños, saber lo que necesitan y actuar de manera responsable para que crezcan sanos, seguros y felices.