Desde mi punto de vista, la agricultura moderna puede ayudar al planeta si se enfoca en la sostenibilidad. Gracias a la tecnología, hoy es posible producir más alimentos utilizando menos agua, menos tierra y con mayor eficiencia. Esto permite alimentar a una población creciente sin necesidad de expandir constantemente la frontera agrícola. Además, prácticas como el riego por goteo, la rotación de cultivos y el uso de fertilizantes orgánicos reducen el impacto ambiental. Si bien existen riesgos, como la contaminación o la pérdida de biodiversidad, estos pueden evitarse con un manejo responsable. Por eso, creo que la agricultura moderna, bien aplicada, es una herramienta clave para cuidar el planeta.