La puericultura, incluye todos los cuidados que se brindan a un niño desde su nacimiento para asegurar su desarrollo físico, emocional y social. Esto abarca su crecimiento, fuerza, movimiento, y sus habilidades para pensar, sentir y relacionarse. Además, es fundamental proporcionarle una buena alimentación, comenzando con la leche materna y luego introduciendo alimentos saludables, evitando los que puedan ser dañinos. También se debe garantizar su salud mediante vacunas, revisiones médicas y una buena higiene.

El juego y la estimulación temprana son esenciales para su desarrollo mental, emocional y físico. A través del juego, el niño mejora sus habilidades motoras, su creatividad y sus relaciones sociales. Los padres, la familia y los profesionales de la salud deben estar involucrados activamente en el cuidado del niño, brindando un entorno seguro y saludable que favorezca su crecimiento integral.

Es importante que tanto los padres como los cuidadores estén informados y comprometidos con el bienestar del niño, ya que un buen cuidado en esta etapa crucial de su vida sentará las bases para su desarrollo futuro.