La puericultura se erige como un campo esencial que reúne un conjunto de conocimientos especializados y prácticas concretas para el cuidado integral y la promoción del desarrollo saludable de los niños durante sus primeros años de vida. Este ámbito abarca una visión holística del infante, reconociendo la interdependencia de sus dimensiones física, cognitiva, emocional, social y nutricional. La puericultura se fundamenta en la comprensión de que el desarrollo infantil se despliega a través de distintas etapas secuenciales, cada una con sus propias características y necesidades específicas en términos de atención y cuidado. En este proceso intervienen diversos actores clave, siendo los padres o cuidadores los principales responsables de la aplicación diaria de sus principios, apoyados por profesionales de la salud que ofrecen guía y supervisión de primera mano, el entorno familiar y social que influye en el desarrollo integral, y las instituciones que establecen marcos y ofrecen recursos para promover la salud y el bienestar infantil a nivel colectivo. 

La puericultura, por lo tanto, no se limita a la atención básica, sino que busca activamente crear un entorno propicio y estimulante que permita a cada niño alcanzar su máximo potencial en todas las facetas de su desarrollo.