La tecnología es algo que no se puede detener en la sociedad; por ejemplo la inteligencia artificial facilita mucho en la educación de los niños, haciéndola más fácil y accesible, especialmente para tener una idea o comprender algún tema de rápida manera. Sin embargo, también puede causar problemas si no se usa bien, como afectar las emociones, limitar la creatividad o aumentar la desigualdad entre quienes tienen acceso y quienes no. Por eso, es importante que los adultos guíen su uso y que existan reglas claras para que la tecnología sea una ayuda y no un problema en el aprendizaje, puesto que el ser humano no debe ser dependiente de la tecnología en sus distinta actividades diarias.