Durante la caminata observé una cancha de vóley afuera de la universidad, pero estaba escondida y habían estudiantes jugando. Me llamó la atención que, aunque hay espacio, no existen áreas bien pensadas para la recreación o el deporte. Esto me hizo reflexionar sobre la importancia de contar con estos espacios dentro de una institución educativa.
Desde mi punto de vista, la educación no solo debe centrarse en lo académico, sino también en el desarrollo integral del estudiante. Espacios recreativos permiten que los alumnos liberen el estrés, se mantengan activos físicamente y se relacionen entre ellos. Además, fomentan hábitos saludables y una mejor salud mental.
Por eso, propongo que la universidad cree espacios adecuados y accesibles para la recreación. Podrían incluir canchas, zonas verdes o lugares de descanso que no solo sirvan como distracción, sino como parte del proceso formativo. Esto ayudaría a mejorar el ambiente universitario y el bienestar general de la comunidad estudiantil.