Durante la caminata observé grafitis, basura, colillas de tabaco, excremento, cámaras, casas deterioradas, plantas descuidadas y personas tomando alrededor de la Unach. Me llamó la atención el abandono del entorno y la falta de conciencia ciudadana. Considero que la educación tiene un papel clave en esto, ya que debe formar no solo profesionales, sino también personas responsables y respetuosas del espacio público.
Para mejorar esta situación, implementaría programas educativos que promuevan el cuidado del entorno, campañas de concientización, actividades comunitarias y proyectos donde los estudiantes participen activamente en la mejora del espacio. Con educación en valores, respeto y participación, es posible transformar estos lugares en entornos más limpios, seguros y agradables para todos.