Ventajas:
Facilita la migración de sistemas entre servidores.
Mejora la disponibilidad y redundancia de servicios.
Simplifica el despliegue de nuevas aplicaciones.
Reduce el impacto ambiental al usar menos hardware físico.
Desventajas:
Necesidad de personal capacitado para su gestión.
Costos iniciales altos para implementar la infraestructura.
Dependencia de la conectividad en algunos casos.
Sobrecarga de hardware si no se administra adecuadamente.