Ventajas:
Ahorro de costos: Reduce la necesidad de hardware y el consumo de energía.
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Optimización de recursos: Mejora el uso de CPU, memoria y almacenamiento.
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Escalabilidad: Permite agregar o modificar recursos fácilmente.
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Recuperación ante desastres: Facilita la creación de copias de seguridad y recuperación.
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Aislamiento: Los problemas de una máquina virtual no afectan a otras.
Desventajas:
Sobrecarga de recursos: Aumenta la demanda de CPU y memoria en el sistema host.
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Complejidad en gestión: La administración de múltiples máquinas virtuales puede ser compleja.
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Dependencia de la infraestructura: Un fallo en el host afecta a todas las VMs.
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Compatibilidad: Algunas aplicaciones pueden no ser compatibles con entornos virtualizados.
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Costos adicionales: Se requiere inversión en software y hardware especializado.