En un contexto educativo con prácticas acercadas más a las realidades del día a día, es muy ventajoso que los niños de primaria usen inteligencia artificial (IA) como herramienta de aprendizaje puede ser beneficioso, pero debe hacerse con precaución. Por ejemplo, aplicaciones como asistentes de aprendizaje o programas de tutoría personalizados pueden ayudar a los estudiantes a repasar matemáticas o lengua adaptándose a su nivel, lo que permite a los maestros centrarse en áreas donde más necesitan apoyo. Sin embargo, si un niño depende demasiado de la IA para resolver problemas, podría perder la capacidad de pensar de manera independiente o desarrollar habilidades de colaboración, importantes en su desarrollo social. Especialmente en la falta de pensamiento critico y argumentación las cuales con los puntos mas notables en la deficiencia educativa de los estudiantes, además, en un contexto familiar, el uso de IA podría generar preocupaciones sobre el tiempo frente a la pantalla, lo que afecta el bienestar. En resumen, los beneficios pueden superar los riesgos si se integra la IA de forma adecuada y responsable.