nos muestra lo poderosa que es nuestra mente y cómo lo que pensamos puede influir en lo que sentimos y vivimos. A través del ejemplo del efecto placebo, se explica que, si creemos que algo nos va a hacer daño, nuestro cuerpo puede reaccionar como si fuera verdad, aunque no lo sea. Lo mismo pasa en la vida diaria: si pensamos cosas negativas sobre nosotros o sobre los demás, eso puede terminar haciéndose realidad.