Por ejemplo los espacios con luz natural son mas agradables y acogedores, y además tiene un impacto positivo en la salud mental y física. Los espacios que incorporan espacios verdes como patios o jardines reduce el estrés y también permite el aire fresco reduciendo el riesgo de enfermedades respiratorias o alergias. También podemos fomentar la creatividad, el rendimiento o la interacción social.
En conclusión la arquitectura tiene un impacto muy grande en la calidad de vida de las personas ya que influye directamente en la salud física, mental, la interacción social y la sostenibilidad del ambiente. Una buena arquitectura no solo se enfoca en una buena estética sino también en optimizar la vida cotidiana, promover el bienestar y ayudar a las personas a sentirse mas conectadas con el entorno.