Tu perspectiva sobre la arquitectura me resulta muy motivadora. Es agradable cómo vinculas el propósito de colaborar a las personas con el diseño de ambientes. Concuerdo completamente contigo: la arquitectura influye directamente en nuestras emociones y en nuestra salud, aunque en ocasiones no lo percibamos de manera consciente. Lo que señalas acerca de los hospitales o las viviendas es un ejemplo claro de cómo los lugares pueden promover el bienestar o incluso agilizar la rehabilitación. Creo que es admirable que consideres las emociones de las personas dentro de lo que creas. Esto evidencia una gran sensibilidad y dedicación con lo que realizas.