Desde mi perspectiva confort y las emociones son importantes, pero en la arquitectura no debe centrarse solo en estos aspectos sino que también en la búsqueda de un diseño emocionalmente optimizado podría complicar los proyectos y hacerlos costosos o poco prácticos. Además, factores como la durabilidad, la eficiencia energética y la sostenibilidad deben ser igualmente prioritarios. La arquitectura debe abordar desafíos globales y no solo centrarse en mejorar la vida individual a corto plazo.