La gestión financiera es la práctica de elaborar un plan de empresa y asegurarse de que todos los departamentos se mantienen en el buen camino. Una gestión financiera sólida permite al director financiero o al vicepresidente de finanzas proporcionar datos que apoyen la creación de una visión a largo plazo, informen las decisiones sobre dónde invertir y aporten información sobre cómo financiar esas inversiones, liquidez, rentabilidad, flujo de caja y mucho más.
Un sistema de gestión financiera combina varias funciones financieras, como la contabilidad, la gestión de activos fijos, el reconocimiento de ingresos y el procesamiento de pagos. Al integrar estos componentes clave, un sistema de gestión financiera garantiza la visibilidad en tiempo real del estado financiero de una empresa, al tiempo que facilita las operaciones cotidianas, como los procesos de cierre del periodo.
Una gestión financiera sienta las bases de tres pilares
La elaboración de estrategias, o identificación de lo que debe ocurrir desde el punto de vista financiero para que la empresa alcance sus objetivos a corto y largo plazo. Los dirigentes necesitan información sobre el rendimiento actual para planificar escenarios, por ejemplo.
Tomar decisiones, o ayudar a los líderes empresariales a decidir la mejor forma de ejecutar los planes proporcionándoles informes financieros actualizados y datos sobre los KPI relevantes.
Controlar, o garantizar que cada departamento contribuye a la visión y funciona dentro del presupuesto y de acuerdo con la estrategia.