Hola Belén aunque es cierto que la arquitectura puede influir en nuestras emociones y productividad, debemos considerar que esa influencia es muy subjetiva y depende de factores personales y culturales. Mientras que para algunos un espacio bien iluminado y cuidadosamente distribuido puede generar calma e inspiración, para otros puede no tener el mismo efecto o incluso resultar abrumador. Además, es importante reconocer que aspectos como la funcionalidad y la seguridad también juegan un papel crucial, y que nuestras emociones y decisiones están moldeadas por múltiples variables, como las relaciones interpersonales y el entorno laboral. En definitiva, aunque un buen diseño puede mejorar la calidad de vida, no es el único factor que determina nuestro bienestar.
ACTIVIDAD REFLEXIVA
Se ha alcanzado la fecha límite para publicar en este foro, por lo que ya no puede publicar en él.