El estudio de los agentes infecciosos comporta riesgos que dependen del agente infeccioso y de los procedimientos utilizados.

Las normas de Seguridad Biológica pretenden reducir a un nivel aceptable el riesgo inherente a la manipulación de material peligroso.

La actitud y el modo de proceder de aquellos que trabajan en el Laboratorio de Microbiología determinan su propia seguridad, así como la del resto del personal.

El riesgo puede ser alto o muy limitado y depende del personal, de la infraestructura y de la metodología empleada.

Cada persona debe responsabilizarse de su propia seguridad y de la del resto de trabajadores.

 

1.- Normas generales

 

Son de obligado cumplimiento en cualquier área del laboratorio.

- El acceso al laboratorio debe estar limitado al personal autorizado.

- No deben entrar en el mismo familiares ni amigos.

- El personal del laboratorio debe implicarse en el cumplimiento de las normas de seguridad.

- Todas las áreas estarán debidamente marcadas con la señal de riesgo biológico y su nivel de contención.

- Las puertas y ventanas deben permanecer cerradas para mantener la adecuada contención biológica.

- Todas las superficies de trabajo se limpiarán y desinfectarán diariamente y siempre que se produzca un derrame.

- Los residuos y muestras peligrosas que van a ser incinerados fuera del laboratorio deben ser transportados en contenedores cerrados, resistentes e impermeables siguiendo las normas específicas para cada tipo de residuo.

- El laboratorio debe permanecer limpio y ordenado y no es aconsejable utilizar los pasillos como almacén. Siempre debe quedar un espacio libre no inferior a 120 cm para poder evacuar el laboratorio en caso de emergencia.

- El transporte de las muestras dentro o entre laboratorios se realizará de tal manera que, en caso de caída, no se produzcan salpicaduras. Lo recomendable es hacerlo en cajas herméticas o neveras transportables. Estas cajas o neveras deberán ser rígidas y resistentes a los golpes, contar con materiales absorbentes en su interior y de fácil desinfección. Se etiquetarán o identificarán de forma oportuna y no podrán ser utilizadas para otros fines. No se puede transportar las muestras a mano.

- La ropa protectora, fácilmente ajustable y confortable, así como guantes, gafas, etc. debe estar disponible en todo momento. La ropa protectora de las áreas con nivel de contención 3 (cubrebatas) nunca debe ser usada fuera del área de trabajo y si se quita debe de ser desechada automáticamente en una bolsa de material contaminado.Nunca debe volver a ser usada.

- Todo el personal debe poner especial cuidado en evitar el contacto de la piel con materiales potencialmente infecciosos. Con este fin deben usarse guantes cuando se manipulen muestras o cultivos que contengan posibles patógenos. Los guantes siempre serán desechados antes de salir del área de trabajo. Nunca se saldrá del laboratorio con los guantes puestos, ni se cogerá el teléfono con ellos puestos, se tocarán los volantes, etc.

- Tras quitarse los guantes, se realizará un lavado de manos.

- Se usarán gafas protectoras y mascarillas faciales si existe riesgo de salpicaduras y/o aerosoles.

- Se pondrá extremo cuidado en minimizar el riesgo de autoinoculación y de generación de aerosoles.

- Los derrames y accidentes deben ser informados inmediatamente al Supervisor y al Jefe del Laboratorio y hacerse constar por escrito.

- Nadie podrá trabajar en el área de tuberculosis con una prueba de Mantoux negativa.

- Está rigurosamente prohibido pipetear con la boca. Se realizará pipeteo automático con material adecuado y cada trabajador será instruido para manejarlo debidamente.

- En la zona de trabajo no debe colocarse material de escritorio ni libros ya que el papel contaminado es de muy difícil esterilización.

- No deberán usarse lentes de contacto.

- El personal con el cabello largo debe llevarlo recogido.

- Comer, beber, fumar y aplicarse cosméticos esta formalmente prohibido en el área de trabajo del laboratorio, así como el almacenamiento de comida o bebida.

- El personal debe lavarse las manos frecuentemente durante las actividades rutinarias, tras acabar la jornada laboral y siempre antes de abandonar el laboratorio. Se usará un jabón antiséptico y el secado se realizará con papel.

- Las heridas y cortes deben ser convenientemente vendados y después es imprescindible ponerse guantes.

- El uso de agujas hipodérmicas y jeringas debe ser limitado. Sólo deben usarse las unidades ya montadas.

- Nunca se debe volver a poner la capucha a las agujas y éstas no deben ser torcidas ni separadas de la jeringa.

- Las agujas y jeringas usadas, así como los bisturís, deben ser desechados sólo en contenedores especiales destinados a este propósito.

 

2.- Clasificación de los agentes biológicos por grupos de riesgo

 

Agente biológico del grupo 1. Aquél que resulta poco probable que cause una enfermedad en el hombre.

Agente biológico del grupo 2. Aquél que puede causar una enfermedad en el hombre y puede suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se propague a la colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.

Agente biológico del grupo 3. Aquél que puede causar una enfermedad grave en el hombre y presenta un serio peligro para los trabajadores, con riesgo de que se propague a la colectividad y existiendo frente a él generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.

Agenete biológico del grupo 4. Aquél que causando una enfermedad grave en el hombre supone un serio peligro para los trabajadores, con muchas probabilidades de que se propague a la colectividad y sin que exista generalmente frente a él profilaxis o tratamiento eficaz.

 

3.-Niveles de contención

 

El término "contención" se emplea para describir los métodos que hacen seguro el manejo de materiales infecciosos en el laboratorio. El propósito de la contención es reducir al mínimo la exposición del personal de los laboratorios, otras personas y el entorno a agentes potencialmente peligrosos.

La Seguridad Biológica se fundamenta en tres elementos:

  • Técnicas de laboratorio. El elemento más importante para contener los riesgos biológicos es el seguimiento estricto de las prácticas y técnicas estándar microbiológicas. Como parte de estas prácticas está el desarrollo o adopción por parte de cada laboratorio de un manual de operaciones (Manual de Seguridad Biológica) en el que se identifiquen los riesgos que pueda sufrir el personal y que especifique los procedimientos que puedan minimizar esos riesgos.

  • Equipo de seguridad (barreras primarias). Se incluyen en este apartado tanto dispositivos o aparatos que garantizan la seguridad (ej. las cabinas de seguridad biológica), como las prendas de protección personal (guantes, mascarillas, batas,...).

  • Diseño y construcción de la instalación (barreras secundarias). La magnitud de las barreras secundarias dependerá del tipo de agente infeccioso que se manipule en el laboratorio. Dentro de ellas se incluyen la separación de las zonas donde tiene acceso el público, la disponibilidad de sistemas de descontaminación (autoclaves), el filtrado del aire de salida al exterior, el flujo de aire direccional, etc.

Niveles:

Existen cuatro niveles de contención o de seguridad biológica en función de la combinación de los tres elementos descritos.

Nivel 1. Es el nivel de seguridad requerido para los agentes biológicos del grupo 1, es decir, los que no producen enfermedad en el ser humano sano y de susceptibilidad conocida y estable a los antimicrobianos. Es el utilizado habitualmente en los laboratorios de prácticas de universidades o centros docentes donde se emplean cepas no patógenas.

Nivel 2. Es el obligado para agentes del grupo 2 como algunos que, perteneciendo a la propia flora habitual del hombre, son capaces de originar patología infecciosa humana de gravedad moderada o limitada. Deben ser manipulados por personal especializado y son los que con más frecuencia se estudian en el Laboratorio de Microbiología Clínica.

Nivel 3. Cuando se manipulan agentes biológicos del grupo 3, microorganismos que causan patología grave, de difícil y largo tratamiento, que pueden curar con secuelas y a veces producir la muerte. El mayor y más frecuente peligro que entrañan éstos es la infección adquirida a través de aerosoles y por fluidos biológicos. Por ello, las principales medidas a tomar en este caso son la correcta manipulación y la utilización de cabinas de seguridad. En este grupo están: M. tuberculosis, Brucella, Coxiella burneti, etc. Sólo pueden ser procesados por personal cualificado y en una zona con la infraestructura apropiada para el Nivel de Contención 3, es decir, con aire acondicionado independiente, sin recirculación de aire, con gradiente de presión, cabinas de bioseguridad, etc.

Nivel 4. Nivel requerido cuando se procesa con certeza o se sospecha un agente especialmente patógeno e infectocontagioso, exótico o no, que produce alta mortalidad y para el que no existe tratamiento y/o es poco fiable. Normalmente son microorganismos de dosis infectiva baja y alta contagiosidad. Este nivel también puede utilizarse para trabajar con animales de experimentación infectados por microorganismos del grupo 4. En este grupo están los virus de la fiebre de Lassa, virus Machupo, virus Ebola, etc. Además, deben incluirse en este nivel de contención los microorganismos del grupo 3 que adquieran propiedades patógenas que los eleven al grupo 4 (Mycobacterium multirresistente).

En general, la naturaleza infecciosa del material clínico es desconocida y al Laboratorio de Microbiología suelen remitirse muestras muy diversas.

Excepto en casos excepcionales, el procesamiento inicial de las muestras clínicas y las pruebas serológicas pueden realizarse de forma segura en un nivel 2, que es el recomendado para trabajar con patógenos que se transmiten por vía sanguínea (virus de la hepatitis B, VIH, etc.), a lo que habría que añadir las precauciones universales que deben ser tomadas con todas las muestras de sangre y otros materiales potencialmente infecciosos.

 

4.- Equipos protección

Los equipos de protección individual que pueden ser necesarios, en algún momento, en un Laboratorio de Microbiología Clínica: los protectores de los ojos y de la cara (gafas de seguridad, pantallas faciales), los protectores de las vías respiratorias (mascarillas, máscaras), los protectores de manos y brazos (guantes, manguitos), los protectores de la totalidad del cuerpo (batas)…

 

Cabinas de seguridad biológica (CSB)

 

Son cámaras de circulación forzada que, según sus especificaciones y diseño, proporcionan diferentes niveles de protección. Imprescindibles en un Laboratorio de Microbiología Clínica.

Es necesario distinguir entre las campanas de extracción de gases, las cabinas de flujo laminar y las cabinas de Seguridad Biológica.

La campana de gases es un recinto ventilado que captura los humos y vapores procedentes de la manipulación de los productos químicos. Es un equipo muy útil en la contención del riesgo químico, NO ofrece protección frente a riesgos biológicos.

Las cabinas de flujo laminar son recintos que emplean un ventilador para forzar el paso del aire a través de un filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air) barriendo la superficie de trabajo. Estas cabinas ofrecen protección únicamente al material que se maneja en su interior, nunca al operador (no son recomendables en un Laboratorio de Microbiología Clínica).

Las cabinas de Seguridad Biológica son recintos ventilados diseñados para limitar al máximo el riesgo del personal de laboratorio expuesto a agentes infecciosos (aerosolos, etc.). Estos equipos proporcionan una zona de trabajo que minimiza la probabilidad que una partícula transportada por el aire pueda escapar hacia el exterior de la cabina y contaminar al operario y a la zona que le rodea. Además, algunas de ellas, ofrecen protección al material que se manipula.

Una cabina nunca es un sustituto de una técnica microbiológica adecuada.

Clasificación: según el nivel y tipo de protección.

Las CSB disponen de dos sistemas que impiden la salida de contaminación: las barreras de aire y los filtros. Las barreras de aire se crean permitiendo que éste fluya en una sola dirección y a una velocidad constante dando lugar a una verdadera "cortina" de aire  (flujo de aire laminar). Es un flujo con ausencia de turbulencias. Los filtros tienen como finalidad atrapar las partículas contenidas en este flujo de aire y los empleados habitualmente son los HEPA, que retienen con una eficacia del 99,97% partículas de hasta 0,3 micras de diámetro.

Existen tres categorías:

Cabinas de clase I. Son cámaras cerradas con una abertura al frente para permitir el acceso de los brazos del operador. El aire penetra el frontal, atraviesa la zona de trabajo y sale al exterior a través de un filtro HEPA. Son apropiadas para manipular agentes biológicos de los grupos 1, 2 ó 3. No proporcionan protección al material con el que se trabaja, no evita que se pueda contaminar.

Cabinas de clase II. Se diferencian de las de clase I en que, además ofrecen protección al material frente a la contaminación. La superficie de trabajo está atravesada por aire limpio que ha pasado a través de un filtro HEPA. La salida del aire se produce a través de otro filtro HEPA. Son equipos válidos para el manejo de agentes biológicos de los grupos 1, 2 ó 3. Existen varios tipos de cabinas de clase II, AB1B2 y B3, según sus características de construcción, flujo de aire y sistema de extracción.

Cabinas de clase III. Constituyen el máximo nivel de seguridad. Son recintos herméticos en presión negativa y, por ello, su interior está completamente aislado del entorno. Se opera en ellas por medio de unos guantes, con trampa para introducir el producto, el aire entra a través de un filtro HEPA y se expulsa al exterior a través de dos filtros HEPA. Se recomiendan para el manejo de agentes de los grupos 1, 2, 3 ó 4.

Clase I Clase II Clase III

 

Elección del equipo

 

Procedimiento de trabajo

 

Al inicial el trabajo:

1. Poner en marcha la cabina durante 5-10 minutos, a fin de purgar los filtros y "lavar" la zona protegida.

2. Comprobar que el manómetro situado en la parte superior del frontal se estabiliza e indica la presión adecuada (varía con el modelo de cabina).

3. Apagar la luz ultravioleta (si estuviera encendida) y encender la luz fluorescente.

4. Limpiar la superficie de trabajo con un producto adecuado (por ejemplo, alcohol etílico al 70%).

5. Antes y después de haber trabajado en una cabina deberían lavarse con cuidado manos y brazos, prestando especial atención a las uñas

6. Se deben usar batas de manga larga con bocamangas ajustadas y guantes de látex.

7. En determinados casos, además es recomendable el empleo de mascarilla.

Durante la manipulación:

1. Todo el material a utilizar  se sitúa en la zona de trabajo antes de empezar.

2. Es aconsejable haber descontaminado el exterior del material que se ha introducido en la cabina.

3. Este material se coloca con un orden lógico, de manera que el material contaminado se sitúa en un extremo de la superficie de trabajo y el no contaminado ocupa el extremo opuesto de la misma.

4. Según el tipo de manipulación y el modelo de la cabina, la zona de máxima seguridad dentro de la superficie de trabajo varía. En general, se recomienda trabajar a unos 5-10 cm por encima de la superficie y alejado de los bordes de la misma. Especial atención se prestará a no obstruir las rejillas del aire con materiales o residuos.

5. Una vez que el trabajo haya comenzado y sea imprescindible la introducción de nuevo material, se recomienda esperar 2-3 minutos antes de reiniciar la tarea.

6. Mantener al mínimo la actividad del laboratorio en el que se localiza la cabina en uso, a fin de evitar corrientes de aire que perturben el flujo.

7. Evitar los movimientos bruscos dentro de la cabina. El movimiento de los brazos y manos será lento, para así impedir la formación de corrientes de aire que alteren el flujo laminar.

8. Al igual que en el resto del laboratorio, no debe utilizarse el mechero Bunsen, cuya llama crea turbulencias en el flujo y además puede dañar el filtro HEPA.

9. Cuando deban emplearse asas de platino es aconsejable el incinerador eléctrico o, mejor aún, asas desechables.

10. Si se produce un vertido accidental de material biológico se recogerá inmediatamente, descontaminado la superficie de trabajo y todo el material que en ese momento exista dentro de la cabina.

11. No se utilizará nunca una cabina cuando esté sonando alguna de sus alarmas.

Al finalizar el trabajo:

1. Limpiar el exterior de todo el material que se haya contaminado.

2. Vaciar la cabina por completo de cualquier material.

3. Limpiar y descontaminar con alcohol etílico al 70%.

4. Dejar en marcha la cabina durante al menos 15 minutos.

5. Conectar si fuera necesario la luz ultravioleta (UV) y recordar que su capacidad descontaminante es muy limitada.

Limpieza y desinfección de la CSB

1. Se llevará a cabo una desinfección completa en las siguientes situaciones: a) en caso de que se haya producido un vertido importante; b) antes de cualquier reparación; c) antes de iniciarse los chequeos periódicos; d) siempre que se cambie el programa de trabajo; e) cuando se substituyan los filtros HEPA y f) al cambiarla de lugar (incluso dentro del mismo laboratorio).

2. Se realizará con vapores de formaldehído y siempre por personal debidamente entrenado y con las prendas de protección personal adecuadas.

3. Una buena limpieza de la zona de trabajo es una garantía de ausencia de polvo y otros contaminantes.

4. Es conveniente una vez a la semana levantar la superficie de trabajo y limpiar y descontaminar por debajo de ella.

5. Nunca se debe utilizar la cabina como almacén transitorio de equipo o material de laboratorio.

6. Evitar introducir en la cabina materiales que emitan partículas fácilmente como algodón, papel, madera, cartón, lápices...

Control de aerosoles infecciosos. Se generan en el procesamiento de muestras o cultivos como:

a.- Manipulación de microorganismos del grupo de riesgo 3.

b.- Machacamiento de tejidos.

c.- Descontaminación de muestras para cultivo de Micobacterias.

d.- Procedimientos de identificación de hongos.

e.- Utilización del Vortex para mezclar muestras con microorganismos del grupo de riesgo 3.

f.- Decantación de líquidos en muestras con microorganismos del grupo de riesgo 3.

Protección de muestras o materiales de la contaminación externa:

a.- Procesamiento de líquidos orgánicos estériles con microorganismos del grupo de riesgo 3.

b.- Cultivos celulares.

c.- Preparación de soluciones de medios y reactivos que deban ser estériles.

Última modificación: martes, 21 de marzo de 2017, 16:22