La medición de la Creatividad

Históricamente, la medición de la creatividad ha sido puesta a práctica basándose en los indicadores clásicos propuestos por Guilford en 1950, donde la fluidez (es decir, la cantidad de respuesta emitidas por el participante en un estudio), así como su innovación (originalidad o rareza de respuesta emitida), han sido los indicadores principales de esta habilidad para momentos específicos en la historia, e inclusive aceptados y utilizados apropiadamente en nuestros días.

A pesar de que la Creatividad es un constructo complejo, los psicólogos tienen diferentes herramientas para medirla, por ejemplo:

Cuestionarios de personalidad, a través de los cuales se puede identificar algunos rasgos de personalidad que se asocian con la creatividad tales como: inteligente, original, informal, seguro de sí mismo.

Cuestionarios biográficos, los cuales se centran en descubrir situaciones y experiencias que hayan influido en el desarrollo del individuo. Según estos cuestionarios se piensa que las personas creativas comparten ciertos rasgos biográficos tales como: familia, hobbies, educación, etc. Según (Carrión, 2009) estas herramientas son muy criticadas puesto que sus resultados podrían ser subjetivos al basarse en la intuición y por incluir prejuicios.

Test de habilidad creativa, son parecidos a los test de inteligencia puesto que están centrados en la resolución de ejercicios en un tiempo límite. La mayoría de ellos identifican el pensamiento divergente, y han obtenido una alta validez por parte de los investigadores en cuanto a la capacidad que tienen estos test para medir la creatividad.


Test empleados en la medición de la Creatividad.

Una gran proliferación de pruebas para evaluar la creatividad se pueden consultar en el campo de la psicología, la mayoría de ellas conocidas como “clásicas” y otras que estudiosos contemporáneos del tema han elaborado.

Entre los test más reconocidos por los psicólogos están:

a.       Test de Guilford (1950)

b.       Test de Wallack y Kogan (1975)

c.       Test de Getzels-Jackson (1962)

d.       Test de Torrance (1966)

 

a. La batería de test de Guilford

Esta prueba se encarga de medir el pensamiento divergente. Se caracteriza por preguntas que evalúan al individuo a través de la categorización de palabras pertenecientes a una clase determinada. Por ejemplo: cosas que arden (gasolina, diésel, etc.).

De igual forma, se pide escribir oraciones de cuatro palabras, que comiencen por una letra determinada; enumerar toda clase de usos para un objeto específico como, por ejemplo: una lata de gaseosa: candelabro, florero, cortador de galletas, alcancía, etc. Por último, se solicita escribir títulos de cuentos cortos, realizar esquema de todos los objetos reconocibles que se observan en una página llena de figuras, así como identificar toda clase de figuras geométricas.

Los factores que se miden en este tipo de pruebas son:

  • Fluidez verbal: se le pide al sujeto que escriba el mayor número de palabras que terminen por un sufijo dado, más el máximo de palabras que contengan todas la misma letra (test de las palabras), y una lista de palabras que empiecen todas por las mismas letras (test de sufijos). El tiempo está limitado a 10 minutos.
  • Fluidez de ideas: se le pide al sujeto que de la lista más larga de los usos de un objeto, como por ejemplo, todo lo que es posible hacer con un ladrillo, o bien todas las consecuencias considerables de un suceso improbable.
  • Flexibilidad espontánea: todas las respuestas dadas en las pruebas de usos posibles de objetos serán clasificadas según diferentes categorías.
  • Fluidez de asociación: el sujeto debe buscar el mayor número de sinónimos de una lista de palabras (test de asociación controlada) y completar las frases de comparación a las cuales les falta un adjetivo.
  • Fluidez de expresión: el candidato deberá organizar frases de cuatro palabras, buscando palabras que comiencen por la primera letra. Por ejemplo, al candidato se le presenta las siguientes letras "P...C...U...L...", las posibles respuestas son: Papá compra un libro, o Pedro cogerá un león).
  • Originalidad: a fin de medir este factor se puede, por una parte, tomar en consideración las respuestas originales dadas en las pruebas precedentes y servirse además de una prueba donde el candidato debe encontrar títulos de historias.
  • Sensibilidad a los problemas: se cita el nombre de un objeto ordinario y se le pide al candidato que haga preguntas originales e interesantes referentes a este objeto.

 

b. El Test de Creatividad de Torrance

Hace más de 40 años, basándose en el test de estructura intelectual de Guilford, E. Paul Torrance diseñó uno de los más importantes test de creatividad que aún se aplica en la actualidad en algunos procesos de selección de empresas o instituciones educativas, desde la edad de parvulario hasta la adultez.

Preocupado por la poca creatividad que implicaban las evaluaciones de respuesta única en la educación infantil, Torrance mejoró el test de pensamiento divergente de Guilford e ideó una batería de ejercicios tanto figurativos o visuales como conceptuales que busca medir (en la edición actual del test):

·         Fluidez (cantidad de ideas);

·         Elaboración (complejidad, detalle de las ideas);

·         Originalidad;

·         Expresión emocional;

 También evalúan según sea la parte verbal o figurativa: articulación de la historia; movimiento o acción; resistencia a cierres prematuros; capacidad de abstracción y expresividad de títulos; síntesis de figuras incompletas; síntesis de líneas o círculos; visualización inusual, visualización interna; superación de límites; humor; riqueza y colorido del imaginario; fantasía.

El test incluye preguntas abiertas del tipo de aplicaciones inusuales  (“señale cuantos usos diferentes para un ladrillo se le puede ocurrir”) o “qué pasaría si…” (la gravedad fuera 10 veces la actual, por ejemplo). También puede incluir realizar el máximo posible de preguntas sobre una imagen, adivinar causas, mejorar productos, etc.

El test evalúa el flujo de ideas por la cantidad y la originalidad de las respuestas (en comparación con las respuestas del resto de los participantes de la evaluación).

 

c. Test contemporáneos

 En el sitio web http://web.teaediciones.com, figuran algunos test para medir la creatividad en los niños, entre ellos están:

 

c.1) TCI. Test de Creatividad Infantil

Evalúa las potencialidades creativas en alumnos de Educación Primaria mediante una prueba figurativa. El TCI pretende aportar con un método válido y fiable de evaluación del pensamiento creativo libre de influencia cultural, inspirándose en la investigación de Getzels y Csikszentmihalyi, mediante una tarea de dibujo. (Romo, Alfonso, & Sánchez-Ruiz, 2009)

El TCI puede ser aplicado de manera individual o colectiva en un tiempo de 45 minutos aproximadamente a niños de entre 6 y 12 años.

 

c.2) PIC-N. Prueba de Imaginación Creativa – Niños

Fue elaborada a partir de los estudios clásicos de Guilford y Torrance, y de algunas investigaciones españolas. Permite una aproximación factorial a la medición de la Creatividad, ofreciendo puntuaciones en diferentes variables: Fluidez, Flexibilidad, Originalidad, Elaboración, Sombras y color, Título y Detalles especiales. Estos aspectos se consideran constituyentes de un factor de orden superior y a través de ellos se obtiene una medida de Creatividad Gráfica y otra de Creatividad Narrativa. A su vez, estas dos medidas permiten obtener una Puntuación Global en Creatividad. (Artola, Ancillo, Barraca, Mosteiro, & Barraca, 2010)

La PIC-N puede ser aplicado de manera individual o colectiva en un tiempo de 45 minutos aproximadamente a niños de entre 8 y 12 años.

 

c.3) CREA – Inteligencia Creativa

El CREA nace con la intención de ofrecer una medida unitaria sobre un constructo complejo como es la creatividad. La evaluación de este constructo ofrece una gran riqueza diagnóstica y posibilidades de intervención para el psicólogo en diversos ámbitos de su actividad profesional. Esta prueba utiliza como procedimiento para la medida de la creatividad la capacidad del sujeto para elaborar preguntas a partir de un material gráfico suministrado. (Corbalán et al., 2015)

El CREA puede ser aplicado de manera individual o colectiva en un tiempo de 10 minutos aproximadamente a individuos desde los 6 años en adelante, incluyendo a adultos.


Biibliografía:

  • Fernández Acevedo, J. E. (2017). El pensamiento computacional y su relación con el desarrollo de la creatividad en los niños y niñas del Quinto Grado de Educación General Básica de la Unidad Educativa San Felipe Neri de la ciudad de Riobamba (Master's thesis, Escuela Superior Politécnica de Chimborazo).
Última modificación: viernes, 16 de mayo de 2025, 10:53