Es una tendencia constitutiva del individuo, tiene su origen en la herencia biológica y es innato.

Es la alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo.

Es un choque o impresión emocional que produce un daño duradero en el inconsciente, después de vivir un evento extremadamente aterrador o angustiante que ha sobrepasado nuestros mecanismos de afrontamiento.