Un hito es un punto clave dentro del cronograma de un proyecto que marca la finalización de una fase importante, la entrega de un resultado específico o el inicio de una nueva etapa. A diferencia de otras actividades del proyecto, los hitos no tienen duración: representan eventos significativos que indican progreso y ayudan a mantener el proyecto en el camino correcto. Sirven como señales de control que permiten evaluar el avance, motivar al equipo, alinear objetivos y detectar posibles retrasos o cuellos de botella. También son fundamentales para gestionar expectativas, establecer prioridades y cumplir con los plazos establecidos.