La amortización es un proceso, generalmente contable,
mediante el cual se distribuye el coste de adquisición de un activo tangible o
intangible a lo largo de su vida útil. Se utiliza para reflejar
adecuadamente el desgaste, la obsolescencia y la depreciación de los activos
con el paso del tiempo. Esto es especialmente relevante en el caso de los
elementos de inmovilizado, es decir, aquellos que son importantes para el
desarrollo de la actividad a largo plazo, como una máquina, un equipo
informático o un vehículo, entre otros. La amortización permite
reconocer el gasto de un activo a medida que se utiliza, en lugar de cargar el
coste total en el momento de la adquisición. (Solis, 2023)