En la actualidad no solo consumimos productos, sino también experiencias, relaciones e incluso ideas, lo que no se consume rápidamente pierde valor o desaparece.
Ejemplo:
Una aplicación de citas donde las personas son descartadas con un “swipe” si no generan interés inmediato, refleja la lógica de consumo en las relaciones.
Referencia: Bauman, Z. (2000). Modernidad líquida.