Hoy en día muchos se llaman "amigos", pero no todos lo son. Algunos solo se acercan cuando les conviene, te sonríen de frente y te critican a la vuelta de la esquina… otros solo están por los chismes o cuando todo va bien. Por eso hay que tener cuidado… Las malas amistades se disfrazan bonito, pero al final solo te dejan decepciones.
Muchos dicen ser tus amigos… te sonríen, te escriben, te siguen en redes, pero cuando más los necesitas, desaparecen más rápido que señal de Wi-Fi en un parque público. Los amigos de verdad, esos sí se notan… Y yo lo comprobé, tuve la suerte de encontrar a alguien increíble, mi mejor amiga que de cariño le dijo “Mi Chuky. Y sí, le digo así porque es pequeña, pero ¡tremenda! que, para rematar, en uno de sus momentos de locura, se pintó el cabello de rojo… desde ahí, su apodo quedó inmortalizado. jaja. Ella me cuidó, me apoyó, me protegió, me escuchó cuando no tenía fuerzas ni para hablar, me hizo reír hasta cuando todo parecía complicado.
La distancia y el tiempo a veces se hacen difíciles, ya no podemos vernos como antes, y claro que la extraño, sin importar los kilómetros, sin importar los días que pasen, siempre vamos a estar la una para la otra, te das cuenta de que es una amistad verdadera cuando no es necesario escribirnos a diario, lo importante es saber que está ahí, tenerla en el corazón y confiar en que, cuando realmente la necesites, va a estar contigo, aunque sea en la distancia.
Por eso, hoy te invito a celebrar a esos amigos de verdad, los que suman, los que te cuidan y los que, a pesar de todo, siguen presentes en tu vida.
Comparte momentos inolvidables, crea recuerdos que duren toda la vida y nunca dejes de recordarle a tus amigos cuánto los quieres…