El Estado de Flujo del Efectivo es un informe contable muy importante porque nos muestra con claridad cómo entra y sale el dinero en una empresa durante un período. A diferencia del balance general o el estado de resultados, este documento se enfoca únicamente en el efectivo real, es decir, en el dinero disponible que tiene la empresa (Weygandt, Kimmel & Kieso, 2019).
Este estado se organiza en tres tipos de actividades. Primero, las operativas, que tienen que ver con el negocio del día a día, como lo que se cobra a los clientes o lo que se paga a los proveedores. Luego están las actividades de inversión, donde se refleja el dinero usado o ganado por comprar o vender activos, como maquinaria o terrenos. Y finalmente están las actividades de financiación, que muestran préstamos recibidos, pagos de deudas y dividendos entregados a los socios (Horngren et al., 2018).
Entre sus objetivos principales está dar información útil para saber si la empresa tiene capacidad para generar efectivo, pagar sus deudas, hacer nuevas inversiones o repartir utilidades. También ayuda a entender cómo las decisiones que se toman en distintas áreas impactan en el dinero disponible.
Este estado es clave para analizar la situación financiera real de una empresa. A veces, un negocio puede tener buenas ganancias, pero si no tiene efectivo, podría tener problemas para operar. Por eso, estudiar el flujo de efectivo permite detectar posibles dificultades con tiempo y tomar decisiones que ayuden a mantener la estabilidad económica de la empresa.
Referencias Bibliográficas
Horngren, C. T., Sundem, G. L., Elliott, J. A., & Philbrick, D. (2018). Introducción a la contabilidad financiera (11.ª ed.). Pearson Educación.
Weygandt, J. J., Kimmel, P. D., & Kieso, D. E. (2019). Contabilidad financiera (10.ª ed.). Wiley.