El Estado de Flujo del Efectivo es un informe financiero fundamental que muestra cómo se generan y utilizan los recursos líquidos en una empresa durante un período determinado. Este estado clasifica los movimientos de efectivo en tres actividades principales: operativas, de inversión y de financiamiento (Niif para Pymes, 2022). A diferencia del estado de resultados o del balance general, el flujo de efectivo se enfoca exclusivamente en el efectivo y sus equivalentes, lo que permite conocer la liquidez real de la empresa.
El principal objetivo de este estado financiero es proporcionar información relevante sobre los cobros y pagos de efectivo, para evaluar la capacidad de la entidad para generar efectivo, cumplir con sus obligaciones, pagar dividendos y financiar su crecimiento. También ayuda a entender los cambios en los activos netos, la estructura financiera y la solvencia de la entidad (González & Herrera, 2019).
La importancia del Estado de Flujo del Efectivo radica en su utilidad para la toma de decisiones. Los inversionistas y acreedores lo usan para evaluar la viabilidad financiera de la empresa y su capacidad de generar flujos de efectivo en el futuro. Además, permite identificar desequilibrios entre la rentabilidad contable y la generación de efectivo, lo que es clave para evitar crisis de liquidez (Horngren et al., 2013).
En resumen, el Estado de Flujo del Efectivo es esencial para conocer la salud financiera real de una empresa, facilitando el análisis de su capacidad para operar, invertir y financiarse de manera eficiente y sostenible.
Bibliografía
González, M., & Herrera, L. (2019). Contabilidad financiera: fundamentos y aplicaciones. Editorial Trillas.
Horngren, C. T., Harrison, W. T., & Oliver, M. S. (2013). Contabilidad. Pearson Educación.
Normas Internacionales de Información Financiera para PYMES (NIIF para PYMES). (2022). Fundación IFRS.