El Estado de Flujo del Efectivo es un informe financiero esencial que muestra cómo se mueve el dinero dentro de una empresa durante un período determinado. A diferencia de otros estados financieros que registran operaciones contables, este se enfoca en el efectivo real, es decir, el dinero que entra y sale en operaciones, inversiones y financiamiento.
Se clasifica en tres tipos de actividades: operativas (las relacionadas con la actividad principal del negocio, como ventas y pagos a proveedores), de inversión (compra o venta de activos productivos), y de financiamiento (obtención o pago de préstamos, emisión de acciones, entre otros). Esta estructura permite analizar de forma precisa de dónde proviene el efectivo y cómo se utiliza, facilitando la interpretación de la salud financiera del negocio.
Los principales objetivos de este estado son: evaluar la capacidad de la empresa para generar efectivo, conocer su liquidez, ayudar a tomar decisiones financieras acertadas y explicar claramente los cambios en el efectivo. Además, permite anticipar problemas de liquidez, planificar estrategias para el manejo de recursos, y comprobar si la empresa puede sostenerse por sí misma o necesita financiamiento externo.
Su importancia radica en que brinda una visión clara, completa y directa del dinero disponible, más allá de los ingresos o gastos contables. Como señalan Horngren et al. (2010), “el estado de flujo de efectivo es útil para evaluar la capacidad de la empresa de generar efectivo y equivalentes de efectivo, así como para estimar sus necesidades futuras de financiamiento externo”.
En resumen, este estado es una herramienta clave para una buena gestión financiera, ya que muestra si el negocio es sostenible y cómo se pueden tomar mejores decisiones para su crecimiento y estabilidad a largo plazo.
Bibliografía
Horngren, C. T., Sundem, G. L., & Elliott, J. A. (2010). Contabilidad. Pearson Educación.
https://www.concur.co.uk/blog/article/what-is-cash-flow-statement-definition-and-importance