Para ser sincera, considero que trabajar en grupo, en clase, es una de las mejores maneras de conocer escritores de la literatura. No es solo leer un libro, de forma individual, sino sentarse con nuestros compañeros a comentar lo que cada uno entendió, lo que le llamó la atención o incluso que no le gustó. Muchas veces, uno detecta algo que tú habías pasado por alto, y eso a ti te abre los ojos a otras interpretaciones o a detalles que se te habían escapado.
Además, cuando te toca explicar a los demás lo que piensas, te obligas a comprender mejor el asunto. No es tan sencillo como repetir lo que leíste; tienes que pensar, organizar tus ideas y descubrir la mejor forma de expresarlas. Eso hace que el aprendizaje sea mucho más profundo y significativo.
De hecho, pienso que de esta forma la información que compartimos y aprendemos queda en nuestro memoria a largo plazo, puede que no tal y como la leímos pero de alguna forma quedaría una idea de lo que se trate, lo que nos ayuda a no olvidarla por completo.
Además, cuando te toca explicar a los demás lo que piensas, te obligas a comprender mejor el asunto. No es tan sencillo como repetir lo que leíste; tienes que pensar, organizar tus ideas y descubrir la mejor forma de expresarlas. Eso hace que el aprendizaje sea mucho más profundo y significativo.
De hecho, pienso que de esta forma la información que compartimos y aprendemos queda en nuestro memoria a largo plazo, puede que no tal y como la leímos pero de alguna forma quedaría una idea de lo que se trate, lo que nos ayuda a no olvidarla por completo.