Sí, la verdad es que trabajar en grupo en clase me parece una forma muy bonita y efectiva de aprender sobre escritores. A veces uno entiende algo de cierta manera, pero cuando lo comenta con otros surgen ideas nuevas, detalles que uno no había notado y eso enriquece muchísimo. Además se sintió bien porque como teníamos poco tiempo, logramos sacar ideas creativas entre todos, nos divertimos y cada uno aportó lo suyo. Al final me dio gusto ver cómo algo que parecía apurado nos quedó tan bien. Esto me hace pensar que la literatura cobra otra vida cuando se conversa.

Creo que este conocimiento sí permanecerá en mi memoria a largo plazo. Gracias a la actividad que hicimos en grupo, no solo entendí mejor la vida de Virginia Woolf, sino que también la sentí más cercana; pude ver un poco más quién era en realidad, qué cosas vivió y por qué escribió así.