La Big Data en el ámbito político se utiliza para analizar grandes cantidades de datos sobre votantes, sus preferencias y comportamientos. Esto permite a los partidos y candidatos dirigir sus campañas de manera más efectiva, segmentando audiencias y personalizando mensajes. También se usa para predecir resultados electorales, entender tendencias sociales y medir la opinión pública en tiempo real. Sin embargo, plantea preocupaciones éticas, como la privacidad de los datos y la manipulación de la información sin consentimiento de los usuarios de aplicaciones tal como facebook o otras redes sociales