El uso de data con fines políticos puede parecer innovador, pero en realidad es altamente peligroso cuando se cruza la línea de la manipulación. No se trata solo de conocer a los votantes, sino de influir en ellos de manera oculta. Como ciudadana, considero que la transparencia debe ser una prioridad, y los votantes deberían saber cómo y por qué están siendo influenciados en redes sociales.