El cuerpo humano no almacena proteínas de forma específica como lo hace con los carbohidratos (en forma de glucógeno) o los lípidos (en tejido adiposo), debido a la naturaleza funcional y estructural de las proteínas. Las proteínas son componentes dinámicos esenciales para la estructura celular, el transporte, la catálisis enzimática y la regulación hormonal, entre otras funciones vitales.
Desde el punto de vista metabólico, los aminoácidos obtenidos a partir de la dieta o del catabolismo proteico se utilizan rápidamente para la síntesis de nuevas proteínas o se degradan para generar energía en condiciones específicas. En situaciones de ayuno prolongado, el cuerpo recurre a la degradación de proteínas musculares para obtener aminoácidos que permitan la gluconeogénesis y la síntesis de compuestos esenciales, como neurotransmisores o nucleótidos (Murray et al., 2022).
En enfermedades como el cáncer o la caquexia, se produce una degradación acelerada de la masa muscular debido a la alta demanda energética del organismo y la acción de citoquinas proinflamatorias. La pérdida de masa muscular tiene consecuencias clínicas graves, como debilidad, disminución de la respuesta inmunológica y peor pronóstico en pacientes hospitalizados (Argilés et al., 2014).
Esta falta de almacenamiento proteico resalta la necesidad de una ingesta continua de proteínas dietéticas para mantener la homeostasis corporal. A diferencia de los lípidos o carbohidratos, cuyo almacenamiento sirve como fuente energética a largo plazo, el catabolismo proteico implica la pérdida de tejidos funcionales, lo cual tiene un alto costo fisiológico.
Bibliografía:
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Murray, R. K., Bender, D. A., Botham, K. M., Kennelly, P. J., Rodwell, V. W., & Weil, P. A. (2022). Harper’s Illustrated Biochemistry (32ª ed.). McGraw-Hill Education.
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Argilés, J. M., Busquets, S., Stemmler, B., & López-Soriano, F. J. (2014). Cancer cachexia: Understanding the molecular basis. Nature Reviews Cancer, 14(11), 754–762. https://doi.org/10.1038/nrc3829