Las sociedades mercantiles reguladas en la Ley de Compañías de Ecuador constituyen una herramienta clave para impulsar el emprendimiento y la formalización al proporcionar un marco jurídico que otorga personalidad jurídica independiente, separa el patrimonio personal del empresarial, ofrece diversos tipos societarios adaptados a diferentes escalas de negocio (desde CRL hasta CAS), facilita el acceso al sistema financiero y crediticio, genera credibilidad comercial, permite beneficios tributarios y regímenes especiales, establece estructuras de gobernanza profesional, y crea un ecosistema que reduce las barreras de entrada al emprendimiento formal mientras protege a los emprendedores y facilita el crecimiento empresarial sostenible, transformándose así en el instrumento fundamental que incentiva la transición de la economía informal hacia un modelo empresarial estructurado y legalmente respaldado.