El estudio de los principales síndromes y enfermedades geriátricas es esencial porque permite identificar y tratar de forma oportuna condiciones que afectan la calidad de vida de las personas mayores. Estas enfermedades suelen manifestarse de manera atípica, por lo que su conocimiento facilita una atención más precisa y centrada en el paciente. Además, comprender estos síndromes ayuda a prevenir complicaciones, reducir hospitalizaciones innecesarias y promover la autonomía del adulto mayor, mejorando así su bienestar físico, mental y social.