La importancia del estudio de los principales síndromes y enfermedades geriátricas es esencial debido al envejecimiento progresivo de la población, lo que ha llevado a un aumento significativo de personas mayores que presentan condiciones de salud complejas. Estas enfermedades suelen manifestarse de manera atípica en los adultos mayores, dificultando su diagnóstico temprano. Además, la multimorbilidad y la polifarmacia son frecuentes, lo que incrementa el riesgo de efectos adversos, caídas, delirium, deterioro cognitivo y pérdida de la funcionalidad. Por ello, es fundamental que los profesionales de salud comprendan los síndromes geriátricos como entidades clínicas que afectan directamente la autonomía, la calidad de vida y la esperanza de vida de los pacientes mayores.