La separación de los padres puede ser una experiencia traumática para los niños, y en algunos casos, puede llevar al desarrollo de un síndrome de estrés postraumático (TEPT).
Esto se debe a que la estabilidad y seguridad del entorno familiar se ven abruptamente interrumpidas, generando sentimientos de pérdida, abandono, confusión y miedo, los niños pueden percibir la separación como un evento que amenaza su bienestar emocional y físico, especialmente si hay conflictos intensos entre los padres, cambios drásticos en su rutina o si sienten que deben tomar partido.
Esta vivencia puede ser tan desestabilizadora para su mundo que su cerebro la procesa como un evento traumático, desencadenando síntomas de TEPT como revivir el evento, evitar recuerdos asociados, hipervigilancia o cambios negativos en el estado de ánimo y el pensamiento.
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92272001000200003
Esto se debe a que la estabilidad y seguridad del entorno familiar se ven abruptamente interrumpidas, generando sentimientos de pérdida, abandono, confusión y miedo, los niños pueden percibir la separación como un evento que amenaza su bienestar emocional y físico, especialmente si hay conflictos intensos entre los padres, cambios drásticos en su rutina o si sienten que deben tomar partido.
Esta vivencia puede ser tan desestabilizadora para su mundo que su cerebro la procesa como un evento traumático, desencadenando síntomas de TEPT como revivir el evento, evitar recuerdos asociados, hipervigilancia o cambios negativos en el estado de ánimo y el pensamiento.
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