REFLEXIÓN DEL PRIMER VIDEO
El presente video nos habla sobre el uso de la inteligencia artificial y los algoritmos en el sistema educativo, como el implementado en algunas escuelas de China, representa una transformación profunda y potencialmente positiva para el aprendizaje. Un ejemplo es el uso de bandas electrónicas con sensores inteligentes que miden el nivel de concentración de los estudiantes en tiempo real; esta información, procesada por algoritmos, permite a los docentes saber con precisión cuándo un alumno pierde la atención y ajustar su enseñanza de forma inmediata. Además, la inteligencia artificial analiza grandes cantidades de datos sobre el comportamiento y el rendimiento, adaptando automáticamente los contenidos y métodos a las necesidades de cada estudiante, lo que favorece un aprendizaje más personalizado y eficaz. Sin embargo, esta misma tecnología puede generar una fuerte presión académica, ya que los alumnos se sienten constantemente vigilados y evaluados, lo que puede aumentar el estrés, la ansiedad y la pérdida de confianza. A pesar de estos riesgos, si se utiliza con equilibrio y ética, la inteligencia artificial puede liberar al docente de tareas repetitivas y darle más tiempo para acompañar emocionalmente a sus estudiantes, transformando la educación en un proceso más humano, justo y adaptado a los desafíos del siglo XXI. El mismo que pone un alto al modelo tradicional donde todos aprenden de la misma forma y al mismo tiempo sin tomar en cuenta sus diferencias individuales.
REFLEXIÓN DEL SEGUNDO VIDEO
El video nos da conocer una profunda transformación en el paradigma educativo impulsada por la tecnología, situándonos en el quinta Revolución Industrial. Esta nueva era, también llamada la era cognitiva o automática, se caracteriza por la fusión del conocimiento humano con el aprendizaje de las máquinas. A través de estudios como el de la Dubai Future Foundation, se proyecta una educación distinta para las próximas décadas, donde el acceso a la información será ilimitado y gratuito, y donde herramientas como la realidad virtual, la inteligencia artificial, la programación desde edades tempranas y las interfaces cerebro-computadora modificarán tanto el contenido como el método de enseñanza. Se destaca cómo países como Finlandia, Japón o Singapur ya han incluido la programación como una habilidad básica, al nivel de la lectura y las matemáticas. También se menciona la desaparición en cierto punto el aula tradicional y la personalización del aprendizaje mediante IA, imágenes cerebrales y neuroestimulación. En esta proyección del futuro, nos menciona un mundo donde los maestros podrán ser sustituidos o complementados por inteligencias artificiales cognitivas, y donde el aprendizaje será permanente, mezclando la vida laboral con la académica. Incluso se prevé que para 2050 leer y escribir no será necesario gracias a la conexión directa entre el cerebro y la red. El avance tecnológico es inevitable y necesario, debemos procurar que la educación del futuro mantenga su esencia humana que siga formando no solo mentes brillantes, sino también personas críticas, empáticas y libres.
El presente video nos habla sobre el uso de la inteligencia artificial y los algoritmos en el sistema educativo, como el implementado en algunas escuelas de China, representa una transformación profunda y potencialmente positiva para el aprendizaje. Un ejemplo es el uso de bandas electrónicas con sensores inteligentes que miden el nivel de concentración de los estudiantes en tiempo real; esta información, procesada por algoritmos, permite a los docentes saber con precisión cuándo un alumno pierde la atención y ajustar su enseñanza de forma inmediata. Además, la inteligencia artificial analiza grandes cantidades de datos sobre el comportamiento y el rendimiento, adaptando automáticamente los contenidos y métodos a las necesidades de cada estudiante, lo que favorece un aprendizaje más personalizado y eficaz. Sin embargo, esta misma tecnología puede generar una fuerte presión académica, ya que los alumnos se sienten constantemente vigilados y evaluados, lo que puede aumentar el estrés, la ansiedad y la pérdida de confianza. A pesar de estos riesgos, si se utiliza con equilibrio y ética, la inteligencia artificial puede liberar al docente de tareas repetitivas y darle más tiempo para acompañar emocionalmente a sus estudiantes, transformando la educación en un proceso más humano, justo y adaptado a los desafíos del siglo XXI. El mismo que pone un alto al modelo tradicional donde todos aprenden de la misma forma y al mismo tiempo sin tomar en cuenta sus diferencias individuales.
REFLEXIÓN DEL SEGUNDO VIDEO
El video nos da conocer una profunda transformación en el paradigma educativo impulsada por la tecnología, situándonos en el quinta Revolución Industrial. Esta nueva era, también llamada la era cognitiva o automática, se caracteriza por la fusión del conocimiento humano con el aprendizaje de las máquinas. A través de estudios como el de la Dubai Future Foundation, se proyecta una educación distinta para las próximas décadas, donde el acceso a la información será ilimitado y gratuito, y donde herramientas como la realidad virtual, la inteligencia artificial, la programación desde edades tempranas y las interfaces cerebro-computadora modificarán tanto el contenido como el método de enseñanza. Se destaca cómo países como Finlandia, Japón o Singapur ya han incluido la programación como una habilidad básica, al nivel de la lectura y las matemáticas. También se menciona la desaparición en cierto punto el aula tradicional y la personalización del aprendizaje mediante IA, imágenes cerebrales y neuroestimulación. En esta proyección del futuro, nos menciona un mundo donde los maestros podrán ser sustituidos o complementados por inteligencias artificiales cognitivas, y donde el aprendizaje será permanente, mezclando la vida laboral con la académica. Incluso se prevé que para 2050 leer y escribir no será necesario gracias a la conexión directa entre el cerebro y la red. El avance tecnológico es inevitable y necesario, debemos procurar que la educación del futuro mantenga su esencia humana que siga formando no solo mentes brillantes, sino también personas críticas, empáticas y libres.