Villacís Alejandra
Resumen del video 1
Es importante destacar que el gobierno de China está invirtiendo millones de dólares en el desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial, especialmente en el ámbito educativo. Una de las innovaciones más llamativas es el uso de dispositivos que los estudiantes se colocan en su cabeza, los cuales miden sus niveles de concentración en tiempo real.
Estos aparatos están diseñados para enviar señales a la plataforma que permite a los docentes identificar que alumnos están realmente atentos y cuales se están distrayendo durante la clase. Además, en muchas aulas chinas ya se han incorporado robots inteligentes que asisten tanto a profesores como a estudiante.
La presencia de estas tecnologías no solo facilitan el trabajo de los docentes, sino que también mejora la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
Es bueno porque mejora en la atención y concentración, los dispositivos que miden en tiempo real los niveles de concentración permiten a los docentes saber quiénes están realmente atentos, lo que facilita la detección de distracciones y permite tomar medidas inmediatas para mejorar el foco del alumnado.
Es malo porque ya tendríamos Dependencia tecnológica ya que la excesiva confianza en robots y dispositivos puede hacer que el sistema educativo dependa demasiado de la tecnología, reduciendo el papel humano fundamental en la educación, como la empatía.
Resumen del video 2
Nuestra sociedad está en constante cambio y cada día se adquieren nuevos conocimientos, lo que permite desarrollar medios innovadores en el acceso a la educación, desde el parvulario hasta la educación secundaria. En los países tercermundistas, muchos jóvenes han adquirido habilidades fundamentales en programación, lo que ha llevado a la implementación de cursos en diversos países. Muchos estudiantes han participado en estas iniciativas, desarrollando competencias digitales clave para el futuro. La realidad aumentada está avanzando rápidamente y cada vez tendrá mayor presencia en el ámbito educativo. Además, el uso de imágenes cerebrales permitirá observar cómo diferentes métodos de enseñanza afectan al cerebro, lo que abrirá la puerta a estrategias pedagógicas más eficaces. Para el año 2030, la química podría ayudarnos a desarrollar medicamentos que mejoren la memoria. Para 2031, la educación será mayormente individualizada gracias al uso de la realidad virtual. En los próximos 15 años, la inteligencia artificial podría reemplazar a los docentes en ciertas funciones, brindando una comprensión personalizada y adaptativa. Sin embargo, en un futuro más lejano, la educación será aún más central en nuestras vidas, con un acceso constante a través de nuestros dispositivos digitales. Para el año 2050, el uso de imágenes cerebrales avanzadas podría hacer obsoletas algunas habilidades actuales, al permitir una forma completamente distinta de aprender y procesar la información. Aunque es difícil prever exactamente cómo será el futuro, lo que sí podemos hacer es recomendar y desarrollar aptitudes de estudio que preparen a los estudiantes para adaptarse a estos cambios.
Es bueno ya que tendremos el uso de tecnologías emergentes es decir realidad aumentada, realidad virtual, inteligencia artificial y neuroeducación pueden personalizar y mejorar el aprendizaje.
Es malo por el posible reemplazo de docentes, aunque la IA puede ser eficiente, se corre el riesgo de perder el componente humano y emocional de la enseñanza.
Resumen del video 1
Es importante destacar que el gobierno de China está invirtiendo millones de dólares en el desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial, especialmente en el ámbito educativo. Una de las innovaciones más llamativas es el uso de dispositivos que los estudiantes se colocan en su cabeza, los cuales miden sus niveles de concentración en tiempo real.
Estos aparatos están diseñados para enviar señales a la plataforma que permite a los docentes identificar que alumnos están realmente atentos y cuales se están distrayendo durante la clase. Además, en muchas aulas chinas ya se han incorporado robots inteligentes que asisten tanto a profesores como a estudiante.
La presencia de estas tecnologías no solo facilitan el trabajo de los docentes, sino que también mejora la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
Es bueno porque mejora en la atención y concentración, los dispositivos que miden en tiempo real los niveles de concentración permiten a los docentes saber quiénes están realmente atentos, lo que facilita la detección de distracciones y permite tomar medidas inmediatas para mejorar el foco del alumnado.
Es malo porque ya tendríamos Dependencia tecnológica ya que la excesiva confianza en robots y dispositivos puede hacer que el sistema educativo dependa demasiado de la tecnología, reduciendo el papel humano fundamental en la educación, como la empatía.
Resumen del video 2
Nuestra sociedad está en constante cambio y cada día se adquieren nuevos conocimientos, lo que permite desarrollar medios innovadores en el acceso a la educación, desde el parvulario hasta la educación secundaria. En los países tercermundistas, muchos jóvenes han adquirido habilidades fundamentales en programación, lo que ha llevado a la implementación de cursos en diversos países. Muchos estudiantes han participado en estas iniciativas, desarrollando competencias digitales clave para el futuro. La realidad aumentada está avanzando rápidamente y cada vez tendrá mayor presencia en el ámbito educativo. Además, el uso de imágenes cerebrales permitirá observar cómo diferentes métodos de enseñanza afectan al cerebro, lo que abrirá la puerta a estrategias pedagógicas más eficaces. Para el año 2030, la química podría ayudarnos a desarrollar medicamentos que mejoren la memoria. Para 2031, la educación será mayormente individualizada gracias al uso de la realidad virtual. En los próximos 15 años, la inteligencia artificial podría reemplazar a los docentes en ciertas funciones, brindando una comprensión personalizada y adaptativa. Sin embargo, en un futuro más lejano, la educación será aún más central en nuestras vidas, con un acceso constante a través de nuestros dispositivos digitales. Para el año 2050, el uso de imágenes cerebrales avanzadas podría hacer obsoletas algunas habilidades actuales, al permitir una forma completamente distinta de aprender y procesar la información. Aunque es difícil prever exactamente cómo será el futuro, lo que sí podemos hacer es recomendar y desarrollar aptitudes de estudio que preparen a los estudiantes para adaptarse a estos cambios.
Es bueno ya que tendremos el uso de tecnologías emergentes es decir realidad aumentada, realidad virtual, inteligencia artificial y neuroeducación pueden personalizar y mejorar el aprendizaje.
Es malo por el posible reemplazo de docentes, aunque la IA puede ser eficiente, se corre el riesgo de perder el componente humano y emocional de la enseñanza.