Universidad Nacional de Chimborazo
Danna Paola Crespin Cabrera
1. ¿Cómo influyen tus pensamientos y emociones en la forma en que te comunicas contigo mismo, y de qué manera esto afecta tu autoestima y autoconfianza?
La manera en la que pensamos y sentimos influye directamente en el diálogo que sostenemos con nosotros mismos, incluso en silencio. Muchas veces no somos conscientes de cuán duro puede llegar a ser ese diálogo interno: nos exigimos, nos juzgamos, y dejamos poco espacio para el error o para la comprensión. Este tipo de comunicación interna puede generar una imagen distorsionada de quiénes somos y de cuánto valemos (Carrasco,2024).
Cuando nuestras emociones son negativas como la tristeza, la frustración o la ansiedad suelen alimentar pensamientos como “no soy suficiente” o “todo lo hago mal”. Esto no solo daña nuestra autoestima, sino que también debilita nuestra confianza al enfrentar nuevos desafíos. Sin darnos cuenta, nos saboteamos con palabras silenciosas.
Por el contrario, si practicamos hablarnos con cariño, con paciencia y desde el reconocimiento de nuestros logros (por pequeños que sean), la perspectiva cambia. Repetirnos frases como “estoy aprendiendo” o “esto también pasará” no significa negar las dificultades, sino acompañarnos desde la comprensión. Esa voz interna empática actúa como un motor que fortalece nuestra seguridad personal.
Trabajar en este tipo de comunicación con uno mismo no es fácil, pero es una práctica diaria que tiene un gran impacto. La autoestima no se construye solo desde lo externo, sino desde cómo nos tratamos en los momentos más vulnerables.
2. ¿Cuáles son los principales obstáculos que enfrentas en la comunicación con los demás, y qué estrategias utilizas para superarlos y mejorar tus relaciones?
Comunicarse con los demás también puede ser un reto, sobre todo cuando las emociones están involucradas. En lo personal, uno de los obstáculos más difíciles ha sido el temor a que lo que digo no sea comprendido o que mis palabras generen un conflicto. Ese miedo muchas veces me lleva a callar o a disfrazar lo que realmente pienso o siento. Y cuando eso ocurre, la conexión con el otro se vuelve más superficial (Torres, 2023).
Otro obstáculo común es la falta de escucha real. A veces, estamos tan centrados en lo que queremos decir o en cómo nos afecta lo que escuchamos, que dejamos de oír con el corazón. Eso impide que la comunicación sea genuina y empática.
Además, cuando una conversación se da en medio de emociones intensas como la ira o el dolor, es fácil decir cosas que no se sienten desde la calma, y luego cuesta reparar ese daño. Por eso, he aprendido a reconocer cuándo necesito pausar, respirar y volver a conectar con mis emociones antes de responder. Tomarme ese momento ha sido clave para evitar malentendidos y para cuidar las relaciones que valoro.
Otras estrategias que me han servido son: validar lo que la otra persona está sintiendo, preguntar con interés sincero, y expresar mis propios sentimientos desde un lugar honesto pero sin herir. La comunicación sana no significa estar siempre de acuerdo, sino poder escucharnos y comprendernos sin miedo.
Hablar con nosotros mismos y con los demás no es solo cuestión de palabras, sino de conciencia emocional. El modo en que nos tratamos influye en cómo tratamos a quienes nos rodean. Y aunque no siempre es fácil, cuando comenzamos a ser más conscientes del poder de nuestra voz interna y externa, podemos transformar nuestras relaciones, comenzando por la que tenemos con nosotros mismos.
Referencias
Carrasco, S. (2024). Influencia pensamientos y emociones en la forma en que te comunicas contigo mismo, y la manera esto afecta tu autoestima y autoconfianza https://www.psicologosparavalencia.es/como-influyen-los-pensamientos-en-tu-autoestima/
Torres, L. (2023). ¿Qué son las barreras de comunicación y cuáles son los tipos que existen? Universidad Virtual. | UNIR Ecuador - Maestrías y Grados Virtuales. https://ecuador.unir.net/actualidad-unir/barreras-comunicacion/