La comunicación digital se ve interrumpida en varios momentos clave, como:
- Por exceso de información o saturación, que hace que los mensajes importantes se pierdan entre comunicaciones innecesarias.
- Cuando falta una estrategia clara, lo que provoca mensajes descoordinados y pérdida de dirección.
- Al no definir bien el público objetivo, lo que lleva a mensajes poco efectivos y dispersos.
- Por falta de contexto y señales no verbales, lo que genera malentendidos y confusiones en la comunicación digital.
- Cuando hay problemas técnicos como cortes de internet, fallos en la conexión o problemas de audio y vídeo, que dificultan la comprensión del mensaje.
- En situaciones de crisis digital, cuando surgen comentarios negativos, conflictos internos o uso indebido de la marca, que requieren una gestión rápida y adecuada para evitar la interrupción del diálogo con la audiencia.
- Cuando la comunicación es asincrónica, con respuestas lentas o descoordinadas, dificultando la fluidez e inmediatez.
- Riesgos de seguridad, como el acceso no autorizado a las comunicaciones digitales, que pueden interrumpir la confianza y continuidad en la comunicación.