Hace tiempo tuve que tomar una decisión importante, si seguir con la carrera que estoy estudiando o cambiarme a otra que también me llamaba la atención. No es que no me sintiera a gusto, pero sí me entraron dudas sobre si era realmente lo mío. Para no tomar una decisión apurada, hice un FODA personal. Mis fortalezas eran que soy responsable y me gusta aprender, mis oportunidades que tenía el apoyo de mi familia si decidía cambiarme, mis debilidades que me cuesta adaptarme a los cambios, y mis amenazas era perder tiempo y dinero si me equivocaba.
Al final decidí quedarme en la carrera, y con el tiempo me fui sintiendo más segura de mi decisión. Me considero más analítica porque me gusta pensar bien antes de actuar, aunque también escucho un poco lo que siento.
Aprendí que cuando una se conoce y analiza bien sus opciones, puede tomar decisiones con más confianza y sin tanto miedo. Esta experiencia me enseñó que a veces solo hay que darse tiempo y confiar en una misma para seguir adelante.