Un aporte de suma importancia de Jean Piaget hacia la educación, que sigue siendo relevante en la actualidad, es su teoría del desarrollo cognitivo y el enfoque constructivista del aprendizaje. Piaget demostró que los niños no son simplemente adultos en miniatura con carencias, sino que tienen formas propias de percibir e interpretar la realidad según distintas etapas de desarrollo mental. Por ello, el aprendizaje debe adaptarse a la madurez cognitiva del estudiante, respetando los "escalones mentales" o estadios del desarrollo que atraviesan los niños para poder comprender ciertos conceptos.
Piaget enfatizó que no basta con la explicación teórica en clase; es fundamental que los estudiantes apliquen, experimenten y demuestren lo aprendido para consolidar el conocimiento. Esto ha influido en la implementación de metodologías educativas constructivistas que buscan desarrollar competencias y habilidades específicas, respetando el desarrollo lógico-matemático y social de cada estudiante.
En resumen, la importancia actual del aporte de Piaget radica en su visión del aprendizaje como un proceso activo y adaptado al desarrollo cognitivo, que promueve la autonomía, la exploración y la construcción personal del conocimiento, principios que siguen siendo la base de muchas prácticas pedagógicas modernas.