Usted realiza una brigada odontológica en una zona rural con acceso muy limitado a recursos y materiales. Un niño presenta una caries muy profunda en un molar permanente, que requeriría un tratamiento de conductos y una restauración compleja para salvar el diente. Sin embargo, usted no cuenta con los materiales, el equipo adecuado ni el tiempo para realizar este procedimiento con la calidad estándar. La única alternativa viable en ese momento es la extracción del diente.
Interrogantes: ¿Es ético realizar una extracción cuando, en un contexto con más recursos, se podría salvar el diente? ¿Cómo se aplica el principio de beneficencia cuando las limitaciones de recursos impiden ofrecer el mejor tratamiento posible? ¿Cuál es el compromiso ético con la calidad de la atención en estas circunstancias?