Estudiar no es solo asistir a clases o leer libros, sino prepararse activamente con cuerpo, mente y entorno. Para que el estudio sea verdaderamente provechoso, se deben cumplir ciertas condiciones:
Personales: El estado físico y emocional influye en la concentración. Alimentarse bien, dormir lo suficiente, tener motivación, voluntad y una actitud positiva son fundamentales.
Espaciales: Un lugar adecuado, bien iluminado, ventilado, sin distracciones, con mobiliario ergonómico y ordenado, potencia el rendimiento.
Temporales: Establecer horarios fijos, evitar trasnochar se y hacer pausas mejora la eficacia del aprendizaje.