El metabolismo de los lípidos es esencial para funciones vitales como la producción de energía, la formación de membranas celulares y la síntesis de hormonas esteroides. Los lípidos, principalmente triglicéridos y colesterol, provienen de la dieta (vía exógena) y de la síntesis interna en el hígado (vía endógena). En la digestión, los triglicéridos se descomponen en ácidos grasos y monoglicéridos, que se absorben en el intestino y se reensamblan en quilomicrones para su transporte en la sangre. El hígado produce lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), que se transforman en LDL y HDL, responsables del transporte y regulación del colesterol en el cuerpo
Una alimentación equilibrada es crucial para mantener niveles adecuados de lípidos en sangre. Se recomienda que los lípidos representen entre el 20% y el 35% de la ingesta calórica diaria, priorizando grasas insaturadas presentes en alimentos como pescados, frutos secos y aceites vegetales. El consumo excesivo de grasas saturadas y trans, comunes en productos ultraprocesados, puede elevar los niveles de LDL y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, una dieta rica en carbohidratos refinados puede estimular la producción hepática de triglicéridos, contribuyendo a la dislipidemia. Por tanto, una dieta balanceada, baja en azúcares simples y rica en grasas saludables, es fundamental para el mantenimiento de un perfil lipídico óptimo y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Fuentes:
Manual MSD (Merck). “Generalidades sobre el metabolismo de los lípidos.”
https://www.merckmanuals.com/es-us/professional/trastornos-endocrinol%C3%B3gicos-y-metab%C3%B3licos/trastornos-de-los-l%C3%ADpidos/generalidades-sobre-el-metabolismo-de-los-l%C3%ADpidos
InfoAlimentos.org.ar – “El equilibrio de losq lípidos en nuestra alimentación.”