Coincido con la reflexión de mi compañera, ya que expone con claridad y profundidad la relevancia que tienen las operaciones básicas como cimientos del aprendizaje matemático. Muchas veces se subestima su valor, limitándolas a simples cálculos mecánicos, cuando en realidad constituyen las herramientas esenciales para el desarrollo del pensamiento lógico y la resolución de problemas en la vida diaria.

Me parece muy acertado el énfasis que se hace en comprender el sentido de las operaciones y no solo repetir algoritmos sin saber por qué. En mi formación en Educación Básica, he podido observar que cuando los estudiantes comprenden lo que hacen, se sienten más seguros y motivados, lo que a su vez mejora su disposición hacia las matemáticas. Este tipo de comprensión va más allá del aula: los prepara para enfrentar situaciones reales, tomar decisiones informadas y construir aprendizajes más complejos con una base sólida.

Además, comparto la idea de que como futuros docentes no podemos enfocarnos únicamente en el resultado, sino en el proceso de aprendizaje. Usar materiales concretos, proponer desafíos reales, trabajar de forma colaborativa y respetar el ritmo individual de cada niño son prácticas que humanizan la enseñanza matemática y promueven una actitud positiva hacia esta área.

Es fundamental reconocer que las dificultades con las operaciones básicas no solo afectan el rendimiento académico, sino también la autoestima del estudiante. Por eso, debemos enseñar desde la empatía, la creatividad y el acompañamiento constante, generando espacios donde el error sea parte del aprendizaje y no una causa de frustración.