El examen clínico traumatológico constituye una de las herramientas más importantes en la evaluación del paciente con lesiones del aparato locomotor. Su objetivo principal es identificar la localización, severidad y características de las lesiones traumáticas, permitiendo establecer un diagnóstico presuntivo que guíe la solicitud de estudios complementarios y la elección del tratamiento más adecuado. A diferencia de otros exámenes físicos, el traumatológico requiere una observación sistemática, palpación cuidadosa, evaluación funcional y pruebas específicas orientadas según el segmento corporal afectado.
La correcta ejecución del examen clínico debe comenzar con la inspección general del paciente, evaluando postura, movilidad espontánea, presencia de deformidades, hematomas, heridas o edemas. La palpación permite delimitar puntos dolorosos, crepitaciones, discontinuidades óseas o cambios en la temperatura local, lo que puede indicar fracturas, esguinces o infecciones. Posteriormente, se realiza la evaluación de la movilidad activa y pasiva, así como pruebas especiales que ayudan a identificar lesiones ligamentarias, meniscales o musculares, como el test de Lachman para la rodilla o el test de Neer para el hombro.
Un aspecto esencial del examen clínico traumatológico es la evaluación del estado neurovascular distal, especialmente en casos de fracturas o luxaciones, ya que compromisos vasculares o neurológicos requieren atención urgente. Además, el profesional debe considerar que el dolor y la limitación funcional pueden dificultar la colaboración del paciente, por lo que se requiere un abordaje cuidadoso y empático.
En el contexto de la medicina de urgencias o en el ámbito deportivo, el examen clínico rápido pero completo permite tomar decisiones inmediatas que pueden prevenir complicaciones futuras. Sin embargo, su valor no se limita a la fase aguda, ya que también es clave durante el seguimiento y la rehabilitación del paciente.
En resumen, el examen clínico traumatológico sigue siendo insustituible en la práctica médica, y su adecuada realización refleja la competencia diagnóstica del profesional. La formación continua y la experiencia clínica son fundamentales para interpretar correctamente los hallazgos y brindar una atención de calidad.
Bibliografía
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American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS). (2015). Clinical Examination of the Musculoskeletal System.
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Ministerio de Salud de Chile. (2016). Guía de evaluación clínica del paciente politraumatizado. Disponible en: https://www.minsal.cl