Quiero retomar lo mencionado sobre la conexión entre ciencia, políticas públicas y acción comunitaria. Me parece vital que la ciencia no se quede en los laboratorios ni en los informes técnicos, sino que sus hallazgos sean comunicados de manera clara y accesible a la sociedad. Del mismo modo, la comunidad debe ser protagonista en la aplicación de soluciones: desde la separación de residuos hasta la organización de huertos urbanos, pasando por el uso racional del agua. Las autoridades, por su parte, deben promover la participación ciudadana y facilitar recursos para que estos cambios sean posibles. Solo con una acción coordinada entre todos los sectores podremos enfrentar los desafíos climáticos que ya están afectando nuestras vidas. Este foro es una buena muestra de que el diálogo también es una herramienta para el cambio.