Creo que la civilización debe respetar completamente el aislamiento de los sentineleses. Esta comunidad ha dejado claro que no desea ningún tipo de contacto con el mundo exterior, y su reacción ante cualquier intento de acercamiento ha sido siempre de rechazo. Desde mi punto de vista, esto no es un acto de agresión, sino de defensa. Ellos están protegiendo su forma de vida, su cultura y su salud frente a lo desconocido.Intentar acercarse para “ayudarlos” o “protegerlos” es, en realidad, una forma de imponer nuestros valores sobre los suyos. El caso del misionero John Allen Chao, que murió intentando evangelizarlos, demuestra que no se puede forzar un contacto sin consecuencias graves. Además, muchas veces quienes intentan acercarse lo hacen sin entender realmente la historia ni las razones de este aislamiento.Las leyes del gobierno indio que prohíben acercarse a la isla me parecen necesarias y justas. No solo protegen a la tribu de enfermedades o amenazas externas, sino también a quienes, por curiosidad o irresponsabilidad, podrían terminar en una tragedia. No creo que los sentineleses deban ser castigados por defender su territorio. Ellos no conocen nuestras leyes ni forman parte de nuestro sistema legal. Están en su derecho de vivir como eligen.Me parece admirable que, en un mundo tan globalizado, todavía exista una comunidad que ha logrado mantenerse independiente, fiel a sus costumbres y con una estructura social propia. Su decisión de vivir en aislamiento debe ser respetada, no juzgada.  Y siento que aveces la mejor forma de mostrar respeto es manteniendo distancia  entre sí y así podremos mantener una relación sana y buena