El psicólogo forense cumple un rol primordial dentro del ámbito legal, ya que su función principal consiste en realizar evaluaciones, análisis y testimonios psicológicos en procesos judiciales. Por ejemplo, determina la imputabilidad de un acusado, es decir, si poseía la capacidad cognitiva y voluntad consciente para comprender las consecuencias de sus actos al momento de cometer un delito. Además, evalúa el impacto emocional y el grado de daño psicológico en víctimas de crímenes, lo que resulta clave para fijar indemnizaciones o medidas de reparación, emite informes periciales que sirven como prueba en juicios. De esta manera, el psicólogo forense actúa como conexión entre la psicología y el derecho, garantizando que los factores psicológicos y comportamentales sean considerados detalladamente en la justicia.