Las emociones influyen directamente en la motivación, la atención, la memoria y la persistencia. En matemáticas, donde el error es parte del proceso, las emociones positivas (como la curiosidad, el interés y la confianza) pueden potenciar el aprendizaje, mientras que las negativas (como el miedo, la ansiedad o la frustración) pueden bloquearlo.
Emociones comunes en la clase de matemáticas
-
Ansiedad matemática: Es el miedo o tensión ante tareas numéricas. Puede impedir razonar con claridad.
-
Frustración: Surge cuando hay dificultades o falta de comprensión.
-
Vergüenza: Por temor a equivocarse frente a otros.
-
Alegría y satisfacción: Aparecen cuando se resuelven problemas correctamente o se entienden conceptos difíciles.
¿Cómo afectan las emociones al rendimiento?
-
La ansiedad puede reducir la capacidad de concentración y la resolución de problemas.
-
Las emociones positivas mejoran el rendimiento cognitivo y promueven un enfoque activo hacia el aprendizaje.
¿Qué puede hacer el docente?
-
Fomentar un ambiente de confianza y respeto, donde el error sea visto como parte del aprendizaje.
-
Usar juegos, dinámicas, historias y situaciones reales que conecten las matemáticas con la vida cotidiana.
-
Promover el trabajo colaborativo, que disminuye la ansiedad y aumenta la autoestima.
-
Enseñar estrategias de autorregulación emocional (respirar, pedir ayuda, tomar pausas, etc.).
Conclusión
Incluir las emociones en la enseñanza de las matemáticas no es una debilidad pedagógica, sino una fortaleza. Reconocer y gestionar lo que los estudiantes sienten les permite aprender con más profundidad, confianza y entusiasmo.
Ausubel, D. P. (2002). Psicología educativa: Un punto de vista cognoscitivo. Trillas.
Clásico en la educación; plantea cómo el aprendizaje significativo se relaciona con la motivación y las emociones.